





En los casos que la ley lo permita, los litigantes en procesos judiciales disponen, a través de este tipo de garantías, una manera eficaz y económica de afianzar sus obligaciones procesales.
Las medidas cautelares afectan el patrimonio de quieres son demandados judicialmente, por ser el medio que la parte actora posee para el resguardo de su pretensión. Esto afecta los derechos del demandado sobre sus bienes de manera prolongada durante el juicio y hasta su terminación.
Simultáneamente a la traba de una medida precautoria, se exige para quien la solicita, la contratación de una garantía por las costas y los daños que pudieran producirse a consecuencia de una sentencia adversa.
Ejemplos comunes de situaciones para la contratación de estas garantías:
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Prohibición de innovar y de contratar.
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Inhibición de disponer o gravar bienes.
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Anotación de la litis.
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Embargo preventivo.
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Secuestro.
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Administración y/o intervención judicial.
Si bien son aplicables para el general de los casos en materia procesal, no están comprendidos los previstos por las leyes procesales penales.